Y Afortunadamente…

¡Ya Falta Menos!

La actual administración Torancista ha entrado al quinto año del sexenio y, en términos políticos significa que se encuentra en las postrimerías del periodo. Prácticamente este año se utiliza -hipotéticamente- para aterrizar los proyectos pendientes, consolidar los objetivos propuestos, preparar la salida a efecto de evitar sobresaltos posteriores y tomar controles férreos para enfrentar el año electoral, pues no ignora que el séptimo año es el más complicado para un gobernante.

Hace cinco años, pese a las críticas en contra de la administración Marcelista, la entidad caminaba, había promoción y un rumbo definido, se hablaba en términos positivos y existían proyectos a desarrollar.

Ahora el ánimo es verdaderamente pesimista, la cantaleta oficial llevada a extremos insostenibles, justificando la inacción por la deuda heredada, que por cierto, en esta administración fue incrementada y no pagada, es decir, también la van a heredar, ha sido el mayor pretexto para tratar de ocultar la ineficacia.

Nadie sabe a dónde va el presupuesto, pues no existen obras visibles, en un principio se manejó que iría al combate a la pobreza, sin embargo, esta sigue igual o peor, ya que no entendieron que la lucha en contra de la marginación se da con servicios públicos, infraestructura y oportunidades de desarrollo, como creación de empleos, mejor educación y acceso a la salud, rubros poco atendidos.

Por el contrario, se denunció públicamente corrupción y desvío de recursos en esas áreas y, simplemente el gobierno hizo mutis, pese a que hubo quien denuncio con pelos y señales a los presuntos responsables, se prefirió apostarle al olvido de la gente, antes que cumplir su responsabilidad, ¡el que calla, otorga!.

Que decir en materia de seguridad, que desde hace unos años se descompuso. Se incrementaron exponencialmente los delitos de alto impacto social: secuestros, levantones, ejecuciones, extorsiones, robos al por mayor, amenazas y desapariciones, provocando un desgarramiento social.

La zona huasteca abandonada y a merced de su suerte, es donde se presentan las peores condiciones, impera la ley del talión, son secretos a gritos, donde todo mundo vive y padece las inclemencias de la injusticia, con casos espeluznantes, como la desaparición forzada del delincuente Noé Medina Antonio, cuyo expediente se encuentra en la CNDH o bien, las declaraciones del sicario (ahora preso), José Luis Acosta Filomena, quien da cuenta en forma detallada de la manera de cómo se manejan los controles allá, llegando al extremo de utilizar el método del pozolero, previa mutilación de sus víctimas, con total impunidad.

Los asuntos que han sido ventilados públicamente, pues no podían tapar el sol con un dedo, ocurridos en la penitenciaria de La Pila, presentados como aparentes motines, sin que la autoridad hiciera nada, terminaron en verdaderas masacres, dando pauta a la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, episodio que nos colocó como vergüenza internacional.

Ahora con las guardias comunitarias, se dio una explicación aun peor:" no existen en el Estado, lo que hay son falsos retenes". ¡Válgame Dios!, esos si son malos, sino acuérdense del caso Martí, lo secuestraron con un falso reten, ¡bonita justificación!

En materia de justicia, tampoco cantamos mal las rancheras, a la Sra. esperanza Reyes Aguilón, la mandaron hasta las Islas Marías por pagar con un billete falso de cien pesos, a María Luisa Paulín mas de un año presa por no someterse a los caprichos del gobierno, a Crispín Ordaz de Ébano, igual, por querer ser candidato a Presidente Municipal de su tierra natal, a ambos se les concedió el amparo por la justicia federal y salieron absueltos. Estos son simples botones de muestra, pues existen infinidad de casos similares.

Y sigue la mata dando, ya traemos el asunto de Pensiones del Estado, donde existe la acusación de desvío de fondos y se dice la participación de su titular en acciones financieras con empresas vinculadas con delincuencia organizada, según versiones de la revista Proceso, que obtuvo de filtraciones norteamericanas. Este asunto también se ventila más allá de nuestro terruño, pero como es costumbre: ¡aquí no pasa nada!

El brote de Influenza, tampoco es problema. Somos el segundo lugar a nivel nacional, pero se arregla con la foto del médico en traje propio para ver a los enfermos y, las personas fallecidas, son por neumonía, ¡santo remedio!

El Congreso Local, en realidad no es un contrapeso, sirve en estas condiciones solo de tapadera. Los debates más importantes han sido el de los toros y quizás lo concerniente a la tenencia vehicular, donde no tuvo empacho el gobierno de arreglar a algunos disidentes y someterlos a su antojo. Es un Poder cuyo comportamiento complaciente, anodino y carente de representación, no inspira ninguna confianza.

La administración ni siquiera ha sido capaz de dar solución a añejos problemas, como el de Ciudad Satélite o prevenir los incendios forestales o el estiaje que cada año se presentan.

Este Gobierno ha dado mucho de qué hablar, particularmente por su estilo caciquil: autoritario, prepotente y corrupto, señalado por muchos -con evidente razón- como ineficaz, sin resultados favorables, sin metas, objetivos o rumbo especifico que de pauta a una leve esperanza.

Los comentarios de café, reuniones sociales, oficinas y en la propia calle, no son alentadores, quizás lo más optimista que se dice: ¡menos mal que ya solo falta un año para que se vaya! Aunque en términos realistas, el problema que deja será mayúsculo, por el tiradero que hizo, pues si bien, no la tenía fácil, después de su paso, las cosas quedan peor aún.

Existe un dicho popular: “no hay quinto malo", y ahora, eso es al menos un consuelo.